Caleb Padilla

Innovador, emprendedor y ambientalista. Fundador y presidente de la ONG Un Pulmón Más, Fundador del centro de desarrollo empresarial ENDEMIKA, fundador del capital de riesgo Conacaste Ventures. Parte de los líderes emergentes de ECLE, miembro del Youth Congress of the Americas. Ganador del premio TIC AMERICAS 2016, Co-Author del Libro: El país que viene: Horizonte Común. Presidente del Comité de Desarrollo Turístico de Santa Ana, Presidente de la mesa interinstitucional de juventudes de Santa Ana, TEDx Speaker. Redes Sociales: Tik Tok: klb_ventures Twitter: Klbpadilla Facebook: CalebPadillaSV Instagram: calebpadillasv LinkedIn: calebpadilla

Centroamérica: Una región que se restaura

Durante siglos, hemos habitado el planeta Tierra sin considerar que nuestra forma de vida podría transformarse de manera drástica. Aunque a lo largo de la historia han ocurrido eventos que alteraron profundamente el modo de vida de ciertas regiones —como terremotos, erupciones volcánicas, guerras o desastres naturales—, hoy enfrentamos un momento sin precedentes: la transformación global de los estilos de vida de toda la humanidad.

Las cifras lo confirman. Según la Organización Meteorológica Mundial, la temperatura media global ha superado en aproximadamente 1.55 °C los niveles preindustriales. Los últimos diez años han sido los más cálidos de la historia, con cada década más calurosa que la anterior. Esta realidad ha provocado fenómenos como el deshielo, las sequías, las olas de calor y el aumento del nivel del mar. Como consecuencia, millones de personas se ven forzadas a desplazarse, generando una nueva geografía humana moldeada por la crisis climática.

Al mismo tiempo, la población mundial no deja de crecer. En 2022 superamos los 8 mil millones de habitantes, y se proyecta que alcanzaremos los 9 mil millones para 2037 y los 10 mil millones hacia 2060. Paradójicamente, la tasa de natalidad está en descenso. Un estudio publicado por Human Reproduction Update indica que la mayoría de países no alcanzará la tasa de reemplazo poblacional de 2.1 hijos por mujer. Esto traerá consigo un envejecimiento acelerado de las sociedades, poniendo en riesgo los sistemas laborales y los servicios públicos.

La esperanza de vida, en cambio, continúa aumentando. Actualmente oscila entre los 70 y 73 años, y se proyecta que para 2050 llegará a los 77.3 años, impulsada por avances científicos, tecnológicos y biomédicos. Sin embargo, este crecimiento poblacional y la expansión urbana han sobrepasado la capacidad del planeta, generando impactos cada vez más globales.

La pandemia de COVID-19 nos lo recordó de forma contundente: un evento ocurrido en un país lejano puede, en cuestión de semanas, afectar a todo el mundo. Miles de vidas se perdieron en nuestra región, y quedó en evidencia que la humanidad entera está interconectada y es vulnerable como nunca antes.

Por eso, más que nunca, debemos actuar juntos. Centroamérica se encuentra en una posición geográfica estratégica: es puente natural entre Norteamérica y Sudamérica, ruta de aves migratorias, de personas, de sueños. Cada año, miles de personas cruzan la región buscando mejores oportunidades, escapando de la crisis política, económica o climática. Esta realidad debe hacernos conscientes del enorme valor de nuestro territorio, no solo como lugar de tránsito, sino como hogar posible para millones.

Centroamérica es un puente de sueños. Y esos sueños merecen florecer aquí, en nuestras tierras. No debería ser necesario migrar para vivir dignamente.

Reconocernos como hermanas y hermanos implica adoptar una visión compartida de prosperidad, regeneración y restauración. Hemos perdido mucho, pero aún podemos recuperarlo. Nuestros suelos, montañas, lagos, bosques y especies están ahí, esperando ser protegidos.

Hoy, la región alberga una biodiversidad única, que se encuentra amenazada por la expansión urbana y el modelo extractivista. La construcción desenfrenada de viviendas, centros comerciales y carreteras ha devorado los hábitats naturales. Estamos llamados a cambiar ese rumbo.

Tenemos la oportunidad de generar la unidad necesaria para restaurar la región. Restaurarla no solo desde lo ambiental, sino también desde lo económico, lo cultural, lo social y lo político. Apostar por un modelo regenerativo que transforme realidades, rescate nuestras raíces y promueva decisiones basadas en evidencia científica y sabiduría ancestral.

Este es un llamado a la acción. A crear un movimiento que regenere cada área fundamental para el desarrollo humano y la prosperidad colectiva.

Las juventudes viven un punto de inflexión: son más relevantes que nunca, pero también más vulnerables. Tienen el poder de cambiar el rumbo de la historia, pero también cargan con las consecuencias de la inacción de generaciones anteriores. Por eso, no habrá un mejor momento para actuar. Es hoy. Es ahora.

Mañana será tarde. La humanidad no podrá retroceder. No habrá segunda oportunidad para decidir hacer algo. Desde nuestras casas, desde nuestras organizaciones, desde las escuelas o desde los gobiernos, todos podemos contribuir. Y debemos hacerlo.

Cada decisión que nos lleve a la acción cuenta. Y la suma de esas decisiones es lo que podrá cambiar el futuro: una mentalidad basada en la igualdad, la regeneración natural y la prosperidad para toda la sociedad. Rechazar prácticas que atenten contra la dignidad humana, productos contaminantes o modelos destructivos es también parte del compromiso.

El efecto multiplicador de acciones reales puede transformar políticas públicas, leyes, ordenanzas y estilos de vida. Puede restaurar nuestra forma de ver el mundo y, más importante aún, nuestra forma de habitarlo. Está en tus manos iniciar hoy. Porque mañana será demasiado tarde.

Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente al/la autor/a y no reflejan necesariamente la postura de la Misión Presidencial Latinoamericana y del Caribe, ni de la Fundación Esquipulas para la paz, la democracia, el desarrollo y la integración, ni de la Global Peace Foundation Centroamérica, organizaciones que conforman el Ecosistema para la transformación social, construyendo una región de oportunidades.