Agradezco a La Opiteca —espacio impulsado por el Ecosistema para la Transformación Social— por la oportunidad de compartir estas reflexiones. Mi reconocimiento a las organizaciones que hacen posible este diálogo: la Fundación Esquipulas por la paz y la integración regional, la Misión Presidencial Latinoamericana y del Caribe, y la Global Peace Foundation Centroamérica, actores clave en la construcción de una región donde las voces jóvenes catalizan cambios. En este artículo, escrito bajo los valores de democracia, sostenibilidad y cohesión social que promueve la iniciativa, exploraré cómo el arte y el deporte pueden ser motores de resiliencia en comunidades vulnerables. Invito a leer no solo desde la crítica, sino desde la acción. “En Chamelecón, Honduras, el breaking y la música no son hobbies, son herramientas de supervivencia.
Cultura, arte y deporte: semillas de resiliencia y paz en comunidades vulnerables
En Chamelecón, Distrito de San pedro Sula catalogado como una de las zonas más violentas de Honduras, la música, el Breaking y los murales no son solo expresiones artísticas: son herramientas de supervivencia. Desde Warriors Zulu Nation Honduras, hemos comprobado que democratizar el acceso al arte y al deporte salva vidas. La Memoria Anual 2024 que hoy compartimos revela cómo estos lenguajes universales han transformado realidades en contextos donde las balas suelen acallar los sueños.Hace 15 años atrás no existían muchas alternativas en las comunidades de Chamelecón, San Pedro Sula. El reclutamiento forzado por estructuras criminales de niñez y juventudes era un camino del que no se podía escapar fácilmente, por ende, la criminalización, marginalización del sector era una problemática compleja de abordar y en ese ambiente la niñez y juventudes eran más afectados exponiendo así a mayores riesgos como el ser asesinado sin un motivo aparente mas haya de ser niño, niña y joven residente de estas comunidades. Era el destino que nos deparada a mis amigos, familiares y a mí, sin embargo, en las Artes y Deportes Extremos (Hip Hop) encontramos nuestra forma de resistir/sobrevivir.
Arte que desarma violencia
Casa Cultural Warriors en Chamelecón es muestra que por medio de las Artes y Deportes se pueden cambiar contextos, pero para ello es fundamental las alianzasporque definitivamente nadie puede solo que en estos 14 años hemos encontrado grandes alianzas, hondureños, personas que creen firmemente en el poder transformador del artes, deportes y gestión cultural déjame contarte un poco más de estos importantes aliados:
El proyecto UREMO, nuestro núcleo de formación musical gratuito en Chamelecónatendió a 71 niños y jóvenes en 2024. Entre guitarras y coros, estos estudiantes —el 60% mujeres— encontraron algo más que notas musicales: descubrieron autoestima. Como testimonia Victoria, de 17 años: “El arte es excelente para concientizar, porque cuando algo es llamativo, la gente le presta atención”. Los números respaldan su voz: 1,015 personas impactadas indirectamente mediante conciertos didácticos y talleres que convirtieron escuelas en santuarios de creatividad.
Deporte que reescribe masculinidades
El breaking (breakdance) reciente disciplina que ha conquistado los escenarios olímpicos y que soñamos con que hondureños, hondureñas puedan ser parte de las comisiones centroamericanas que integran los siguientes juegos olímpicos, ha sido nuestra trinchera para desafiar estereotipos. En alianza con Svalorna Latinamerika, capacitamos a 90 jóvenes en masculinidades sanas y justicia climática a través del baile. Eddy, de 17 años, lo resume así: “Antes creía que el hombre debía ser solo el proveedor. Ahora enseño a mis compañeros que hay otras formas de ser hombre”. Los murales pintados por adolescentes en espacios públicos —antes dominados por grafitis de pandillas— son ahora mapas visuales de esperanza.
Modelos de sostenibilidad: arte que genera pan en la mesa.
La empresa social Sin Fronteras, creada en 2023, es nuestro motor económico. Con servicios como producción multimedia y talleres fotográficos, hemos empleado a jóvenes en riesgo, demostrando que el arte también puede ser un sustento. Este modelo —replicado en consultorías para la OIM— ha formado a 1,307 personas en Hondurasen: Tegucigalpa, Villanueva y San Pedro Sula, fusionando terapia psicosocial con emprendimiento cultural.
Le apostamos a económicas creativas que generen riqueza desde los interés de las comunidades específicamente aquellas en mayor vulnerabilidad, a nivel mundial las Artes y Deportes mueven el mundo y en Centroamérica no es la excepción, pero se necesita mayor visión y acompañar los esfuerzos de las Organizaciones lideradas por jóvenes gestor, pues desde las alianzas se pueden lograr impactos significativos.
Alianzas que multiplican impactos
Colaboraciones con USAID, la Unión Europea, El Sistema de Naciones Unidas han escalado nuestro trabajo. El convenio con la Inter American Foundation permitió remodelar Casa Cultural Warriors en 2025 para atender a 425 jóvenes directamente. Como señala la memoria: “Los padres ahora piden más talleres; han visto cómo sus hijos cambian”.
Adicionalmente es fundamental recalcar las diferentes articulaciones que en mis 15 años como gestor cultural he podido presenciar el impacto unificar, una verdadera integración Centroamericana por medio de las Artes, sin contar con los recursos necesarios los y las activistas, artistas se unen para crear espacios seguros en donde se desarrollan verdaderos diálogos intergeneracionales, sin importar raza, religión, estatutos sociales. La música, las danzas y demás manifestaciones artísticas son caminos para tejer esperanza dónde más se necesita.
Un llamado urgente “Haz Arte No la Guerra”
Pese a todo el esfuerzo compartido anteriormente aún hay mucho por hacer, la niñez, juventudes, familias merecen vivir en comunidades seguras con oportunidades, donde puedan aportar a sus comunidades. Para nosotros el camino más idóneo es desde la gestión cultural, desde los intereses de las comunidades con las que trabajamos de la mano. Un cambio sostenible debe de venir desde las bases.
Los datos son claros: en Chamelecón, donde antes había muros con mensajes de odio, hoy hay murales sobre equidad; donde había reclutamiento forzado, ahora hay orquestas. Pero esto no es suficiente. Necesitamos que gobiernos y empresas inviertan en estos modelos. Como bien dice Nahomy, 17 años: “La justicia de género empieza en la crianza”. El arte y el deporte son nuestros mejores aliados para criar una generación que elija pinceles sobre pistolas.